MERCHANDISING NAVIDEÑO Y EL CORTE INGLÉS.
El Merchandising o cómo pasar de Madrid a Nueva York al entrar al Corte Inglés.
El merchandising se puede definir como el conjunto de técnicas de marketing destinadas a promover el acto de compra entre los consumidores que se encuentran en el establecimiento. Puede ser ese el motivo por el cual, al llegar al Corte Inglés a lo largo de estas fechas, nos encontramos con sus famosos adornos navideños en la fachada, el famoso Cortylandia...
Un mayor cambio presenciamos los consumidores al cruzar las puertas del establecimiento, "Let it snow" sonando por todo el edificio, los árboles de Navidad perfectamente adornados, el espumillón, las luces de Navidad ofreciéndonos un acogedor ambiente... Todos estos elementos de Marketing nos hacen trasladarnos al mismo Times Square o al Rockefeller Center de Nueva York.
No sólo busca el Corte Inglés hacernos sentir como en casa, o recordarnos los valores de la Navidad como la importancia de la familia o el espíritu navideño, sino que también emplea este factor psicológico del consumidor a su favor. Con todos estos cambios de ambiente, el Corte Inglés consigue que el consumidor se sienta cómodo, como en una nube, como si estuviese en Nueva York, lo que provoca en él unas mayores ganas de comprar, de gastar dinero. Ese es el verdadero objetivo de la creación de este escenario en el interior de cada Corte Inglés.
De esta forma, las empresas nos vuelven a demostrar que no sólo hay que tener en cuenta el factor producto o el factor precio, sino que el factor psicológico, el marketing emocional, también puede ser una importante estrategia de marketing para aumentar las ventas, especialmente en épocas del año tan relacionadas con el consumismo como pueden ser los meses de Navidad.
Por todo esto, debemos recordar al consumidor la importancia de ser racional a la hora de decidir lo que compramos o no, decidir qué es aquello que necesitamos, y no dejamos llevar por un ambiente navideño y neoyorquino para comprar todo lo que nos apetezca, sino aquello que realmente necesitemos.
No queremos decir que un consumidor no pueda darse un capricho, ya que los caprichos también son necesarios para satisfacer ciertas necesidades que pueden surgir a lo largo de la vida del consumidor. Pero si que es importante saber privarse de ciertos caprichos, especialmente si los gastos que estos suponen se encuentran por encima de nuestro poder adquisitivo. De todos modos, es Navidad, regalémonos algo también a nosotros mismos.
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